1893

El viejo pastor de la casa sujeta la res que va a ser marcada por su compañero, el que acerca el hierro. Las ovejas ya marcadas se arremolinan junto a la pared.

El acto de marcar el ganado con hierro candente para identificar la propiedad tiene sus orígenes en la antigüedad, con usos que se remonta al Antiguo Egipto.