1945

Con sus peculiares atuendos, los “alarbaderos”, son una de las notas más características de la Semana Santa de Villamayor.

Atrás quedaron las grandes barbas, que tanto temor infundían a los más pequeños. Actualmente siguen acompañando solemnemente a la procesión del Santo Entierro.
Verdaderamente curiosa resulta la tela que sirvió de fondo, a la vez que evitaba los descorchones que sufría la pared.